domingo, 4 de octubre de 2009








Yo amo por los ojos,
Anclo en ti el diáfano titilar de mis pupilas


La espiral caricia de la mirada
Me enseña un rostro
Y dos.


e imberbe y carente de sueño reestructuro los residuos femeninos que habitan en mi absurdo ,
que flotan en mis ojos sin tiempo donde encarno banderas y uno que otro de esos nombres húmedos que repito en el hastío y la espesa negrura que cuelga de aquél péndulo amargo
que
sesea
entre reflujos y reflejos,
parpadeando un llanto justo un poco antes del primer café.


Justo un poco antes del saberme solo
Buscando delante dos ojos y tras ellos mil rostros
y
Un nombre.






1 comentario:

Anónimo dijo...

Si fueses feliz y con amor y con mina, nadie te soportaría. Pa mí que es el equilibrio con el resto un despojo de paz que mantiene tu existencia. La solución, entonces, es que dejes de existir.