Kenneth Dover, distinguido académico británico, se ha convertido en una de las principales voces en lo referente a las costumbres sexuales de la Grecia clásica, ello gracias a la publicación de su más famoso libro, Homosexualidad en Grecia, el cual ha servido de soporte para casi todas las indagaciones posteriores, aun habiendo sido refutada en algunos puntos específicos, por prestigiosos estudiosos. En ella, Dover, define a la homosexualidad como una disposición para buscar placer corpóreo a través del contacto con personas de igual sexo , en preferencia al contacto con el otro sexo[1] , es decir , que el homosexual, o sea, la persona con tendencia a la homosexualidad [2], es aquél que gusta de la relación sexual con sus iguales en condición de género , pretendiendo, de esta manera, satisfacer sus más altos deseos carnales, los cuales , no se verían satisfechos con el sexo opuesto como apunta el ideal biológico e imperante en una sociedad actual que ha calificado a la homosexualidad como una conducta contra natura e inclusive como una enfermedad, extremadamente alejada de la concepción acuñada por la sociedad griega , la cual , por lo que hemos estudiado, no hacía distinciones en cuanto al sexo biológico cuando se trataba de satisfacer lo venéreo[3], pues, para ellos, aunque en el plano natural, institucionalizado en el matrimonio, el hombre debería mantener relaciones carnales con una mujer impulsando, así, una posible procreación y con ello, un mantenimiento de la especie, los instintos sexuales, la complacencia de la libido[4] , bien podría satisfacerse entre iguales, y, es más podríamos considerar que el hombre griego era culturalmente empujado , condicionado, a la homosexualidad, pues desde la concepto griego, en los iguales el hombre veía el ideal que tanto se pregonaba en las artes, contemplando en el otro varón la virtuosidad, la belleza y la posibilidad de alcanzar la verdad , nociones o ideas , cúspides del griego, que le otorgaban , entonces, un sentido metafísico a la relación sexual , donde convergería no sólo el placer sensual, sino que, también, un sublime enseñanza, una clara chance de superación de la condición actual, o en otras palabras más coloquiales , se pretendía hacer de el muchacho un hombre , o se, se efectuaba un madurar progresivo que entrelazaba la verdad y el sexo que ligándose en la forma de la pedagogía, por la transmisión, cuerpo a cuerpo, de un saber precioso; servía el sexo de soporte a las iniciaciones del conocimiento[5], y por ende, por este iniciar al conocer, se daba , comúnmente la homosexualidad , exclusivamente, entre un maestro, un adulto de vasta cultura y su alumno, un mancebo que apenas llegaba a la pubertad.
El primero oficiaba de amante o erastés (εραστής, ) , poseedor de los valiosísimos conocimientos que anhelaba entregar al amado o erōmenos (ερώμενος ) para así transformarlo en un hombre de bien , por ello, impulsado por el Eros, representante masculino del amor y en general del deseo de amar [6], arremetía , acosaba, a su pupilo , un mozuelo, que esperaba alcanzar a través de su relación con el maestro , su correcta realización como hombre griego, es decir, como un ser conocedor de artes , ciencias y política, transformando, así , este caso de homosexualidad en un exquisito intercambio cultural basado en la excelsa sabiduría que podía entregar un sabio maestro griego de la época. Tal como el mismo Sócrates , siendo , entonces, la relación amorosa, una de las instancias más significativas en lo que refiere a la transmisión de conocimientos que se efectuaría entre el preceptor y el pupilo. En estos asuntos, específicamente en lo que refiere a la relación carnal , el Maestro, en su condición de superioridad , era quien adoptaba la condición de activo , es decir , era quien penetra al compañero , mientras que el alumno , como resulta evidente , ocupaba el rol de pasivo , pues se asociaba la pasividad con la feminidad y la juventud que proyectarían, en su lozanía, los hermosos discípulos .
Johann Friedrich Greuter: Socrates and His Students ( Socrates y Sus Estudiantes), Grabado del siglo XVII que representa al filosofo Sócrates rodeado de jóvenes alumnos, con los cuales , suponemos ,habría de mantener relaciones carnalesDicha practica efectuada por el maestro y su respectivo pupilo es la llamada Pederastia[7] , definida por el filosofo germano Werner Jaeger , como la relación entre un hombre mayor y un adolescente , que busca resaltar y glorificar la tradición masculina [8], es decir , tal como se dijo anteriormente , a través de ella se busca la transición del adolescente a un hombre adulto en el cual confluyan los ideales griegos, haciéndolo, entonces, un conocedor de cuestiones culturales, filosóficas, políticas y religiosas, o sea, un ser comprometido con la sociedad y las responsabilidades adultas , puesto que , serían estos saberes , una forma de alcanzar la virtud y con ello la belleza , pues , parafraseando a Pausanias en “El Banquete “ , alcanzar la virtud es algo completamente bello[9] , siendo , entonces, el Eros que se hace presente en la Pederastia y , en general, en toda practica sexual , el mecanismo mas eficaz para que los hombres consigan virtud y felicidad , tanto en la vida , como el la muerte. [10] Aludiendo , Platón en este caso , a la posibilidad de trascendencia , al rompimiento de la condición actual y al alcance de la inmortalidad[11] que supone la adquisición del conocimiento dado en la practica pederasta y con ello, evidentemente, la disminución de la posibilidad de error , logrando finalmente, como hemos mencionado con anterioridad, la realización de un hombre virtuoso , poseedor de los valores aristocráticos que lo alejarían del resto de los hombres con un estatus social inferior dentro de la Polis[12]. Pues , como bien se dice en el Banquete de Platón ; lo relativo al amor de los mancebos , lo relativo al amor de la sabiduría y a toda forma de virtud coinciden en una solo amor .[13]Siendo ,en síntesis, este amor pederástico , tal como lo considera Pausanias en El Banquete , una relación que permite una educación tanto física como intelectual . Basándose no sólo en lo carnal , sino que, también, conlleva a la unión de las almas, permitiendo el mejoramiento moral e intelectual de los amantes , obligando , tanto a amante como amado a tener un gran cuidado de sí mismo en torno a su virtud. [14]
Fragmento de una mediocre investigacion desarrollada para la Clase de Literatura, sobre un tema polemico del cual muchos solo poseian vagas nociones , a menudo , caricaturizadas. Las citas bibliograficas , asi como tambien , algunas aclaraciones sobre conceptos que no son de dominio popular , se encuentran en los comentarios.
